Así se puede decir, partiendo de la misma referencia en éste espacio-tiempo que nos toca cohabitar,
- que "apenas" han transcurrido dos semanas del mes, y la bebé de Andrés ya nació y Paulo ha crecido otra vez unos milímetros, y
- que "nada más" quedan dos semanas para completar la fase del proyecto pendiente y para los preparativos del festejo del día de muertos.
Allí parado a la mitad del mes, como quien tiene en la mano un vaso de agua "medio lleno" que al mismo tiempo está "medio vacío".
Por otro lado, 15 o 16 días eran para los mayas casi un mes completo, pues los suyos tenían 20 días. Igual han de haber dicho los mayas en su tiempo "apenas" ha pasado un mes desde... y "nada más" nos queda un mes, para...
Así seguimos persiguiendo el tiempo y somos, al mismo tiempo, perseguidos por él.
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