Montag, 9. Mai 2011

Meersburg a nueve de mayo de 2011

Mayo es un mes lleno de festividades.

Muchos países del mundo comienzan el mes festejando el Dia del Trabajo. Otros países lo festejan en septiembre, octubre, noviembre o abril, pero México festeja el "Primero de Mayo".

Unos pocos días después celebramos el Cinco de Mayo. Festividad mexicana por excelencia.
Yo, por haber asistido a la Escuela Primaria Federal “Ignacio Zaragoza”, de niño me tomaba muy en serio este día. En mi imaginación cobraban vida unas imágenes fantásticas de héroes nacionales luchando contra los invasores franceses. Al general Ignacio Seguín Zaragoza me lo imaginaba serenísimo montado en un caballo blanco, con una mano en la cintura, así tipo escultura de glorieta.
Con el paso de los años, y después de haber leído un poco más de la historia de México, vine a caer en la cuenta que un año después de la famosa batalla de Puebla los franceses regresaron reorganizados y tomaron no sólo Puebla, sino el país entero, e instalaron al austriaco Maximiliano como Emperador. Todo ello no le quita su mérito a “Nacho” Zaragoza, y mírenlo, allí está inmortalizado en los billetes de quinientos pesos y en las estrofas aquellas que me vienen a la memoria cada cinco de mayo “Zaragoza, Puebla heroica, refulgencia que brilla en la historia, donde lucha el mexicano, etc”.

Pocos días después festejamos a las mamás.
En Alemania y la República Checa se festeja el Día de la Madre el segundo domingo de mayo. La mamá de Tami estuvo aquí toda la semana pasada, y tuvimos ocasión de llevarla a comer riquísimo a un restaurant griego. Ayer platicamos por teléfono con la abuelita de Tami. Mañana nos comunicaremos con mi mamá (siempre que digo o escribo una frase como la anterior me acuerdo de los Polivoces y el conocidísimo ¡ahí, madre! de Gordolfo Gelatino).

Por si todo esto no fuera poco, todavía el quince de mayo se festeja el Día del Maestro. Un motivo más para brindar a la salud de quienes nos ayudaron en nuestra formación. O también para desearle lo inimaginable, incluidos los peores tormentos del purgatorio, a quienes nos hicieron sufrir sin razón alguna para poder pasar alguna materia “de relleno” cuyo contenido olvidamos en las vacaciones que siguieron a aquel año escolar de espantos.

En fin, mayo es una montaña rusa de emociones y recuerdos. ¡Y todo ello en las primeras dos semanas del mes!

Vaya una felicitación a todas las madres que lean este escrito. A todas les deseo que tengan la suficiente fuerza física y emocional para educar a sus chamacos.

¿Por qué no? Ahora mismo puedo felicitar también a los maestros que lleguen a leer éstas líneas en los próximos días. Ojalá que no se dejen sobornar “de botellazo” o de formas peores, y que hagan una buena labor educativa (plaf, aquí soné a comercial de propaganda del Gobierno Federal).

Y por la razón que sea que lleguen a festejar algo en mayo: un cumpleaños, un aniversario, que te ganaste la loteria, que acabaste de pagar tu coche, dejémonos envolver en el ambiente festivo de mayo y olvidemos las tristezas y penurias de los meses pasados. No pensemos en el futuro, simplemente vivamos el momento feliz que se nos ofrece, y que por unas horas nos da una alegría tremenda en esta vida.

1 Kommentar:

La flaca hat gesagt…

Pues en este mes yo festejo un año mas de vida de mi madre, asi que hay muchos festejos que festejar, jajajaja... que bueno verlo de nuevo por aca, un saludo y un abrazo sr.